El empresario cántabro Feliciano Salas Llata, de 63 años de edad, fue asesinado el pasado domingo en Caracas por los disparos realizados por unos desconocidos cuando regresaba a su casa.
Según la información facilitada por fuentes cercanas a su familia, Salas Llata, que tenía una empresa en Caracas donde residió durante muchos años, tenía pensado regresar a Cantabria para fijar en su tierra su residencia de forma permanente, y no era la primera vez que se enfrentaba a unos asaltantes.
El empresario, dueño en Venezuela de una fábrica de cortinas situada en el caraqueño barrio Chapellin, estaba llegando a su residencia, ubicada en el edificio Tasso, en la calle Humboldt de Bello Monte, en Caracas, sobre las ocho y media de la tarde del domingo, cuando unos desconocidos le dispararon varios tiros.