Los agentes del FBI, encargados de investigar la explosión de la semana pasada en un depósito de combustible de la petrolera estadounidense Caribbean Petroleum Corporation (CAPECO), ubicado en Bayamón, informaron este viernes de que el estallido se produjo a consecuencia de una fuga de combustible en la que descartan actos criminales o de sabotaje.
"Hubo una fuga de gas que creó una enorme nube sobre el sitio pero la explosión no fue el resultado de un acto criminal o de sabotaje", dijo el agente especial del FBI, Luis Fraticelli. Asimismo, señaló que aún era demasiado pronto para determinar si se trata de una negligencia por falta de mantenimiento o causas similares.
El incendio, que duró más de dos días, se produjo en las instalaciones de la petrolífera en Bayamón, cerca de San Juan, al derramarse parte del combustible que los operarios almacenaban en un tanque. "Los gases se incendiaron por una fuente de energía no identificada, posiblemente una planta de tratamiento de agua en el lugar", afirmó el federal.