Un tribunal holandés declaró el lunes en bancarrota a DSB Bank tras una serie de infructuosos intentos el fin de semana por venderlo o rescatarlo, lo que deja a otros bancos con pasivos de hasta 3.250 millones de euros en garantías de depósito.
El fundador del banco puso un toque desafiante, al decir en una conferencia de prensa: "No quebramos, simplemente nos arruinaron".
El tribunal había designado administradores el lunes pasado, a petición del banco central, después de que los clientes retiraran unos 600 millones de euros de depósitos del banco, que no cotiza en bolsa, en sólo 12 días.