El secretario general de UGT, Cándido Méndez, se mostró hoy dispuesto a debatir la reforma de las bonificaciones al empleo, acotándolas a ciertos colectivos y transfiriendo recursos a los servicios públicos y a la formación, como vía para afrontar "la reforma más importante", la creación de empleo, y reabrir el diálogo social. "Puede que este sea un elemento pacífico para retomar sobre algo el diálogo tripartito", afirmó.
Durante su intervención en el Nueva Economía Fórum y ante un auditorio entre el que se encontraba casi al completo la mesa del diálogo social, con el secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, y los presidentes de CEOE y Cepyme, Gerardo Díaz Ferrán y Jesús Bárcenas, respectivamente, Méndez recogió el guante del ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, quien viene planteando esta reforma de los incentivos a la contratación.
Para Méndez, un buen punto de partida sería concretar "colectivos específicos" a los que dirigir los incentivos y "disminuir el peso relativo del gasto en bonificaciones al empleo -que supera el 64% del gasto en políticas activas de empleo- aumentando el de los servicios públicos y el de la formación", todo ello en estrecha colaboración con las comunidades autónomas, en las que residen buena parta de las competencias en materia de políticas activas.