Negociadores del derrocado presidente hondureño Manuel Zelaya y del gobernante de facto Roberto Micheletti aún no llegaban a un acuerdo a punto de expirar este jueves el plazo dado por el líder depuesto para resolver su retorno al poder, en un ambiente hermético y tenso.
Ambas partes definían si corresponde al Congreso o a la Corte Suprema decidir si habrá restitución, tras haber rechazado Micheletti el documento consensuado por los negociadores la víspera que dejaba, por iniciativa de Zelaya, esa potestad al Legislativo, revelaron a la AFP fuentes cercanas a la negociación.
"Sigue la mesa de diálogo. El clima es sumamente delicado y peligroso", dijo a la AFP Zelaya, tras reunirse el jueves con sus tres delegados en la embajada de Brasil en Tegucigalpa, donde se refugia desde el 21 de septiembre, cuando volvió del exilio sorpresivamente a Honduras.