El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunció su intención de proseguir con las investigaciones sobre el maltrato a prisioneros de guerra porque "nadie está por encima de la ley", respondiendo así a la carta que recibió esta semana, firmada por siete ex directores de la CIA que solicitaban la detención de los procedimientos porque incrementaban la presión sobre sus operativos.
"Agradezco que estos ex directores quieran proteger a una institución que han ayudado a construir, pero sigo creyendo que nadie está por encima de la ley. Y quiero asegurarme, como presidente de Estados Unidos, de que no me entrometo en las decisiones de los fiscales, que son los encargados de defender la ley".
El fiscal general Eric Holder tiene previsto continuar con las pesquisas de al menos un caso confirmado: la muerte de un joven afgano, hace siete años, en una instalación secreta de la CIA al norte de Kabul conocida como "El Pozo de Sal". No obstante, fuentes del Gobierno estadounidense han confirmado que los casos que se investigarán son muchos menos de los 10 anunciados inicialmente por los medios de comunicación.