
El médico personal de Michael Jackson, Conrad Murray, se distrajo hablando por teléfono tras suministrar el anestésico Propofol al cantante y al colgar descubrió que no respiraba, informó hoy el diario Los Ángeles Times.
Horas antes de la muerte de Jackson el 25 de junio, el doctor le inyectó el fármaco, tal y como había hecho anteriormente sin que el artista sufriera complicaciones, y decidió abandonar la habitación en la que yacía el "rey del pop" para atender unas llamadas.
A su regreso, Murray se encontró que Jackson había entrado en parada cardiorrespiratorio e intentó reanimar al cantante al tiempo que el personal de la casa alertaba a los servicios de emergencia, según el testimonio de fuentes próximas a la investigación consultadas por el periódico californiano.