Más de la mitad de los contribuyentes del IRPF (el 54,3%) se sitúan en unos niveles anuales de renta iguales o menores que 18.000 euros, según la Memoria de la Administración Tributaria del año 2007, referida a las rentas obtenidas en el año 2006.
A su vez, los tramos que presentan una mayor concentración en el importe de la renta son los comprendidos entre 10.500 y 39.000 euros. Entre ambos extremos, se concentró el 56,5% del total de la renta del periodo impositivo 2006, correspondiente al 65,6% de los contribuyentes en este mismo periodo.
En cambio, los contribuyentes con rentas anuales superiores a 600.000 euros representan tan sólo el 0,1% del total, lo que supone que únicamente 13.058 españoles declaran en el IRPF rentas superiores a este importe. Aunque suponen apenas el 0,1% del total, aportan el 5% del volumen total de la renta gravada por este impuesto.