"Menos mal que no he ido al baño en ese momento porque no lo cuento", ha relatado a Efe Gonzalo Peña, que se encontraba comiendo en el restaurante La Rigoletta cuando ha estallado uno de los dos artefactos colocados por ETA esta mañana en dos locales de Portixol, en Palma de Mallorca.
Según este testigo, hacía solo cinco minutos que había llegado al restaurante cuando ha escuchado un "golpe fuerte y seco" proveniente de la zona de la cocina y los baños, aunque en un primer momento no imaginó que se trataba de una bomba de escasa potencia colocada en el baño de señoras.
"Todo ha temblado un poco y al principio pensé que era un portazo", ha indicado el testigo, residente en uno de los bloques de viviendas donde se encuentra el restaurante y que aún no ha podido entrar en su casa, quien luego, al ver "humo negro" y oler a "pólvora" se ha dado cuenta de que podía ser un explosivo.