El presidente de Ecuador, Rafael Correa, asumirá el lunes un nuevo mandato con poderes reforzados y el desafío de que los coletazos locales de la crisis financiera global no le impidan profundizar su "revolución socialista".
En el nuevo período de gobierno de cuatro años, Correa apelará a reformas en sectores clave de la economía para obtener mayores ingresos para sus millonarios proyectos sociales y aumentar el control estatal en áreas privadas, gracias a los mayores poderes que sumó en una nueva Constitución aprobada el año pasado.
"Vamos a profundizar y radicalizar la revolución ciudadana (...) Nada ni nadie detendrá el huracán de soberanía y dignidad", dijo recientemente Correa ante cientos de sus seguidores.