El ministro de Relaciones Exteriores británico, David Miliband, dijo que el juicio en Teherán contra funcionarios de la embajada británica es la última de una serie de provocaciones de Irán, desde las polémicas elecciones presidenciales del 12 de junio.
Miliband subrayó que estaba "muy preocupado por las acusaciones injustificadas" contra Hossein Rassam, el funcionario de su gobierno y contra los empleados de la embajada francesa y otros manifestantes que protestaron contra la reelección de Mahmud Ahmadinejad, a la que acusaron de fraude.
Este sábado ha tenido lugar la segunda sesión del juicio por los disturbios.
