Un empleado local de la embajada del Reino Unido en Teherán acusado de conspiración y espionaje compareció hoy ante el tribunal revolucionario iraní que juzga a más de un centenar de personas acusadas de instigar y participar en las protestas postelectorales.
La presencia de Hosein Rasam en el banquillo de los acusados ha sido calificada de "completamente inaceptable" por el Gobierno británico.
Según la agencia oficial de noticias iraní Irna, Rasam ha confesado durante la vista que la plantilla de la embajada estuvo presente en las manifestaciones de protesta que estallaron tras la controvertida reelección del presidente Mahmud Ahmadineyad, por orden de la legación.