Los cinco detenidos el pasado miércoles por el caso Palma Arena, en el marco de la Operación Espada, que aún permanecían en los calabozos de la Policía Nacional, llegaron a las 08.50 horas en una furgoneta policial a los Juzgados de Vía Alemanya, para ser interrogados por el juez de Instrucción número 3 de Palma, José Castro, y el fiscal anticorrupción, Pedro Horrach.
Los primeros en salir esposados fueron el portavoz del PP en el Ayuntamiento de Palma, Rafa Durán, quien con barba de varios días y rostro sereno salió agarrado del brazo junto al director de la empresa de comunicación Nimbus, Miquel Romero, también con un rostro sereno e incluso sonriente. Así, Durán llegó a decir 'bon dia' a los numerosos medios de comunicación que esperaban su llegada a los Juzgados, después de que haya permanecido, junto al resto de detenidos, las 72 horas máximas que marca la ley en los calabozos de la Policía Nacional.
Posteriormente, salió con las manos esposadas hacia delante el gerente del Palma Arena, Jorge Moisés, con cara muy compungida, mientras que, a continuación, salieron juntos y esposados del furgón policial el ex-director general de Deportes en la pasada legislatura, José Luis 'Pepote' Ballester, y el ex-jefe de la UTE que ejecutó las obras, Miquel Ángel Rodríguez. Así, 'Pepote', quien también tenía barba de varios días, iba en todo momento detrás de Rodríguez, con el fin de evitar las cámaras de televisión.
