El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, ordenó a última hora de ayer (madrugada de hoy en España) el regreso a Bogotá del embajador venezolano, en un intento por reducir la tensión entre los dos países vecinos en plenas discrepancias por la cesión de siete bases colombianas para uso del Ejército estadounidense.
La inesperada decisión se produjo durante un encuentro en Caracas con intelectuales y representantes políticos enmarcados en Colombianos y Colombianas por la Paz. Ante ellos aclaró que, "por supuesto", Venezuela "no está interesada en ninguna ruptura de relaciones con Colombia", pese a que estos contactos permanecían congelados después de que el Ejecutivo de Álvaro Uribe acusase al venezolano de vender armamento a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Acto seguido, Chávez se dirigió al embajador Gustavo Márquez Marín, presente en la sala, y le pidió que regrese a Bogotá para trabajar, lo que fue recibido por el público presente con aplausos.