El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, aseguró hoy que "no tiene nada por lo que disculparse" en relación con los escándalos sexuales que le rodean y que no teme posibles sobornos, mientras que el apoyo al mandatario entre los italianos permanece alto, en su última declaración antes de comenzar sus vacaciones estivales.
El dirigente, de 72 años, aseguró que las personas que difunden información sobre las fiestas que organizaba en compañía de prostitutas y su gusto por las mujeres jóvenes son "anti italianos que deberían avergonzarse de sí mismos". Además, alabó su papel en la esfera internacional y aseguró, incluso, que ha demostrado en alguna ocasión tener un "toque de genio".
Por otra parte, afirmó que "nadie puede chantajearme y no tengo esqueletos en el armario". "No tengo por que disculparme por mi vida privada, ni siquiera ante mi familia", declaró. La mujer de Berlusconi, Veronica Lario, anunció en mayo que quería divorciarse a causa de la relación de su marido con una adolescente de Nápoles, a la que regaló un collar de 6.000 euros por su cumpleaños.
