Muchas personas que estuvieron cerca de los lugares que fueron blanco de los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 mostraron síntomas de asma o estrés postraumático hasta cinco y seis años después, según la revista Journal of the American Medical Association (JAMA).
Investigadores de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades en Atlanta, del Departamento de Salud e Higiene Mental de Nueva York y de la Universidad de Columbia examinaron la incidencia del asma y el estrés postraumático en personas expuestas directamente a los atentados.
La primera fase de este estudio, realizada en 2003 a 2004, incluyó a 71.437 adultos en cuatro grupos: el personal de socorro y emergencia y residentes, empleados de oficinas y transeúntes del sur de Manhattan.