La Policía israelí desalojó hoy a dos familias palestinas de sus casas en Jerusalén Este para que las ocupen israelíes, en cumplimiento de una orden judicial que ha cosechado críticas de la ONU y Gran Bretaña.
Los agentes echaron abajo las puertas de ambos domicilios y sacaron a sus inquilinos en cumplimiento de una resolución del Tribunal Supremo israelí, dictada la semana pasada y que otorga a familias judías la propiedad de las casas, situadas en el barrio de Sheij Yarrah.
Destruyeron además una tienda de campaña que había instalada en solidaridad con ambas familias, Al-Ghawi y Hanun, aunque la Policía no ha confirmado este punto.