El beneficio neto de la petrolera se desplomó un 67% en el segundo trimestre del año, hasta 3.820 millones de dólares, frente a los 11.560 millones que octuvo en el mismo periodo del año anterior. Según indicó la compañia, estos malos resultados se deben a la escasa demanda energética.
En este contexto, Shell ha anunciado una campaña de recorte de gastos, que pretende elevar al 10% el próximo año. Como parte de este plan, reducirá el presupuesto inversión en activos a 28.000 millones de dólares en 2010, desde los 32.000 millones de este año.
Además, se producirán "sustanciales" recortes en su plantilla. Shell, que ya ha reducido su personal directivo en un 20%, hará recortes "similares" en el resto del personal, informó su consejero delegado, Peter Voser.