El presidente Barack Obama defendió su propuesta de reforma al sistema de salud y dijo que la población estadounidense debe superar la resistencia de los oponentes en el Congreso a los que describió como negativos y escépticos.
"Puede que la reforma haya llegado demasiado pronto para algunos en Washington", dijo Obama ante cientos de personas en una sesión de preguntas y respuestas en una escuela preparatoria en un suburbio de Cleveland. "Pero no es demasiado pronto para el pueblo estadounidense".
El presidente arremetió contra varias críticas republicanas, pero sus principales obstáculos vienen de los propios demócratas que controlan la Cámara de Representantes y el Senado, y han tenido una respuesta lenta ante su llamado por una serie de cambios generales al sistema de salud estadounidense.