Una nube de polvo generada por una gigantesca tormenta de arena en el desierto chino de Taklimakan dio una vuelta completa alrededor del mundo en sólo 13 días durante el 2007, indicó un estudio japonés realizado con un satélite de la NASA.
Cuando la gran nube llegó por segunda vez al Océano Pacífico, descendió y depositó parte del polvo en el mar, mostrando cómo un fenómeno natural puede impactar al medio ambiente en lugares lejanos.
"El polvo asiático usualmente es depositado cerca del mar Amarillo, alrededor del área japonesa, mientras que el polvo del Sahara termina cerca del Océano Atlántico y la costa de Africa", expresó Itsushi Uno del Instituto de Investigación para Mecánica Aplicada de la Universidad de Kyushu.