El Gobierno mexicano anunció el jueves un despliegue de 5.500 militares y policías en el estado occidental de Michoacán, tras una insólita contraofensiva del narcotráfico que incluso hizo una propuesta de pacto, oferta ya rechazada por las autoridades.
El secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, informó que se enviarán 1.500 policías federales, 2.500 soldados y 1.500 marinos, los cuales se sumarán a otros más que desde diciembre del 2006 fueron desplegados para luchar contra el narcotráfico.
Gómez Mont hizo el anuncio al término de una reunión del gabinete de seguridad para analizar los acontecimientos de Michoacán, al oeste de la ciudad de México y estado natal del presidente Felipe Calderón, que ha hecho del combate al narcotráfico su prioridad.
"Para los integrantes de los grupos delictivos no hay ni puede haber más alternativa que someterse a la ley", dijo el funcionario, un día después de haber advertido que el gobierno no dialoga ni pacta con criminales.