Las reservas de petróleo estadounidenses disminuyeron la semana terminada el 10 de julio en 2,8 millones de barriles, según los datos publicados hoy por la Administración de Información Energética (EIA, por sus siglas en inglés) perteneciente al Departamento de Energía estadounidense.
La caída es mayor de lo esperado por los analistas, que habian previsto un descenso de 2,1 millones de barriles. Se trata de la sexta caída consecutiva de los inventarios de crudo.
Las reservas de gasolina, por su parte, subieron en 1,5 millones de barriles, mientras que las de destilados aumentaron en 600.000 barriles. En ambos casos, el alza es menor de lo previsto.