Nueva York invertirá 20 millones de dólares para adquirir inmuebles abandonados o aún sin vender, incluidos edificios de lujo que han sufrido los efectos de la crisis inmobiliaria, para reconvertirlos en unas 400 viviendas de protección oficial que se destinarán a familias con bajos recursos.
"Este programa pretende luchar contra el deterioro urbano no intencionado ocasionado por las viviendas desocupadas, al tiempo que se transformarán edificios, que podrían salir a la venta a un precio de mercado habitual, en apartamentos asequibles para la clase obrera neoyorquina", anunció hoy el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, en un comunicado.
Con esta iniciativa, que se encuentra en fase piloto, la alcaldía negociará con promotores inmobiliarios y bancos para financiar este proyecto pionero en la ciudad, que podría ofrecer viviendas de lujo en zonas privilegiadas de la ciudad a familias de pocos recursos económicos.
