El Tesoro de Estados Unidos ha confirmado el lanzamiento de su programa de compra de activos tóxicos de los bancos, al seleccionar nueve fondos de inversión socios, advirtiendo que al principio las compras serían "modestas".
La ambición de las autoridades disminuyó fuertemente, ya que el Tesoro habla actualmente de inyectar 30.000 millones de dólares en este Programa de inversión público-privado (PPIP), en el que inicialmente preveía invertir de 75.000 a 100.000 millones del paquete de más de 700.000 millones otorgados por el Congreso en octubre de 2008.
"La coyuntura de los mercados financieros mejoró desde el inicio del año y numerosas instituciones financieras recolectaron capitales sustanciales que pueden servir de colchón de amortización" en caso de degradación de la situación económica, indicó el Tesoro para justificar sus nuevos planes.
