El presidente de Brasil, Luiz Lula da Silva, reclamará más compromiso hacia los países pobres afectados por la crisis económica y lo hará durante la Cumbre del G-8 que se celebra esta semana en L'Aquila (Italia). Otro tema clave en su agenda será analizar la seguridad alimentaria global.
A ojos de Lula, las naciones más ricas "no están ofreciendo la ayuda que supuestamente deberían prestar". "Debemos de reinvidicar todo lo que acordamos acerca de una mayor intervención por parte del Fondo Monetario Internacional (FMI), y del Banco Mundial, por lo que creo que este encuentro es realmente importante", manifestó Lula, quien participa en la cumbre en calidad de invitado.
Asimismo precisó que las naciones ricas han incumplido la ayuda prometida, por lo que, en consecuencia, pedirá respeto a los acuerdos del Grupo de los 20 para que el Banco Mundial y el FMI auxilien a los países más pobres castigados por la crisis. "La situación mundial está tan complicada que es muy difícil que los países ricos tomen alguna decisión sin consultar a las naciones emergentes", en referencia al bloque BRIC integrado por Brasil, Rusia, India y China.