
El ex ministro de Administraciones Públicas y actual diputado en el Congreso, Jordi Sevilla, confiesa hoy que era partidario de cumplir la recomendación del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) de prolongar la vida activa de la central nuclear de Garoña y que, por tanto, está en contra de cerrarla en 2013, como ha acordado el Gobierno.
En su escrito, Sevilla muestra su extrañeza por el hecho de que "casi todo el mundo" haya entendido el anuncio del Ejecutivo "como un aplazamiento" de la decisión sobre el futuro de la central hasta la próxima legislatura.
"Con la información de que dispongo, toda ella pública, lo que el Gobierno ha decidido es cerrar la central nuclear de Garoña. No aplazar la decisión a la próxima legislatura abriendo la posibilidad de que otro Gobierno prorrogue su vida útil, sino un cierre que será efectivo en 2013", aclara Sevilla.