El ministro de Defensa israelí, Ehud Barak, y el enviado especial de Estados Unidos a Oriente Próximo, George Mitchell, acordaron ayer durante una reunión mantenida en Nueva York que Israel va a tomar las medidas necesarias para facilitar el acceso de los palestinos a Cisjordania y congelar la construcción de los asentamientos judíos.
La charla, de más de cuatro horas de duración, ha servido para que los dos antiguos aliados acerquen posturas respecto a las negociaciones de paz en Oriente Próximo y zanjar las disputas sobre los asentamientos, según informó ayer una fuente cercana a Barak en declaraciones al diario 'Haaretz'.
Mitchell no pidió explícitamente al ministro hebreo el cese de las construcciones en territorios palestinos, como ha venido exigiendo Estados Unidos últimamente, aunque sí enfatizó que Israel debe "tomar acción" en la materia, de acuerdo con un comunicado del Ministerio de Defensa.