El ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, se mostró hoy reacio a condenar a Irán por las presuntas irregularidades cometidas por el Gobierno de Teherán en las elecciones generales. "Nadie quiere condenar a Teherán", aseguró en declaraciones a los periodistas desde Trieste (norte de Italia).
Lavrov hizo estas declaraciones al termino de un encuentro bilateral con el jefe de la diplomacia italiana, Franco Frattini, con ocasión de la cumbre de ministros de Exteriores del G-8 que se celebrara a partir de hoy y hasta el sábado en Trieste.
Las palabras de Lavrov parecen alejar la posibilidad de que el G-8 condene a Irán por las irregularidades cometidas en el recuento de votos, las cuales han originado una revuelta popular en las calles de Teherán, cuya represión ya ha provocado decenas de muertos. Con anterioridad, tanto Frattini como el ministro de Exteriores francés, Bernard Kouchner, habían señalado el encuentro de Trieste como una ocasión para responder con "firmeza" a lo que está ocurriendo en Irán.