El presidente Barack Obama no descartó el miércoles la posibilidad de un nuevo impuesto para los beneficiarios del sistema de salud.
Al mismo tiempo varios funcionarios dijeron que los principales legisladores y la Casa Blanca buscarían 150.000 millones de dólares en concesiones de los hospitales del país en su intento por impulsar la reforma al sistema de salud en el Congreso.
"No quiero juzgar de antemano lo que ellos están haciendo", dijo el presidente respecto de las propuestas en el Senado sobre el impuesto a trabajadores que obtienen pólizas de seguro costosas. Obama, que se pronunció en contra del impuesto durante su campaña presidencial, fue criticado casi de inmediato por el líder de un sindicato de trabajadores del estado.