El Gobierno de Estados Unidos retiró ayer las invitaciones entregadas a los diplomáticos iraníes que asistirían a las celebraciones del Día de la Independencia, el próximo 4 de julio, en un gesto simbólico para protestar por la reacción de las autoridades de Irán contra las protestas registradas tras las elecciones presidenciales del pasado día 12.
El Departamento de Estado había invitado a los diplomáticos del país árabe a diversos actos que tendrían lugar en distintas partes del mundo, precisamente como guiño de Washington a Teherán para recuperar las relaciones. Sin embargo, la realidad ha motivado la retirada de esta propuesta, que en la práctica no tendrá efectos porque ninguno de los invitados había respondido afirmativamente.
El portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, explicó ante la prensa que "en vista de las invitaciones de los últimos días, las invitaciones no serán extendidas".