Al menos tres pequeños bancos estadounidenses han dejado de pagar los dividendos que le debían al Gobierno de EEUU por las infusiones de capital que recibieron tras el plan de recate bancario (TARP, por sus siglas en inglés).
Según recoge The Wall Street Journal, Pacific Capital Bancorp, banco californiano que recibió 180,6 millones de dólares del Tesoro, ha perdido desde entonces 49,7 millones, y ayer anunció la suspensión del dividendo. Además, Seacost Banking Corp y Midwest Banc han hecho lo propio, citando los problemas de la industria.
Med Reilly, portavoz del Tesoro, confirmó que "un número de bancos", que no precisó, han dejado de pagar los dividendos a las acciones preferentes que tiene el gobierno. "El Tesoro respeta los derechos contractuales para que las entidades tomen decisiones sobre los dividendos".