El derrumbe financiero que comenzó con la crisis inmobiliaria el año pasado se cobró varias víctimas entre los legisladores de EE.UU., según revelan documentos presentados ante el Congreso.
Uno de los principales golpeados por la crisis fue el esposo de la presidenta de la Cámara de Representantes de EE.UU., Nancy Pelosi, quien tenía acciones de la aseguradora American International Group (AIG) el año pasado.
Las acciones de la empresa, la cual tuvo que ser rescatada por el Gobierno al desatarse la crisis financiera, se cotizaban en la bolsa a 56,30 dólares a comienzos de 2008 pero cayeron a 1,57 dólares al terminar el año. En una conversación con periodistas, la legisladora demócrata señaló que la pérdida para su esposo, Paul, un hombre de negocios e inversor, fue de entre 100.000 y un millón de dólares.