Finalmente, Rio Tinto ha dado por muertos los acuerdos alcanzados hasta ahora con el grupo estatal chino Chinalco que provocó una protesta de los accionistas del gigante minero anglo-australiano.
Chinalco debía aportar 19.500 millones de dólares a Rio Tinto y duplicar su participación en el capital del grupo anglo-australiano, para alcanzar el 18%, obteniendo dos escaños en el consejo de administración.
El acuerdo fue concluido en febrero cuando el mercado de préstamos estaba bloqueado y las acciones de Rio Tinto estaban estancadas en más de 20% por debajo de su nivel habitual.