Cotillear puede contribuir a reducir el estrés y la ansiedad, según ha revelado un estudio en Estados Unidos, que vincula a una hormona femenina con el comportamiento social y el estado de ánimo de las mujeres.
Se trata de la progesterona, una hormona sexual que fluctúa con el ciclo menstrual y que junto con los estrógenos contribuyen a la formación de los caracteres sexuales secundarios femeninos.
La razón de ese "cotilleo sano" es que sentirse emocionalmente cerca de un amigo aumenta los niveles de progesterona, ayudando a reducir la ansiedad y el estrés, según un estudio de la Universidad de Michigan.