El fabricante automovilístico adelantó el reparto de los cheques salariales entre sus empleados para calmar los ánimos ante una posible bancarrota.
Tras fracasar las conversaciones con sus acreedores, todo apunta a que GM tendrá que someterse al cobijo de la Ley de Bancarrota, algo que ha levantado el pánico entres sus trabajadores que creen que no recibirán sus sueldos en el caso de que la compañía pase por el tribunal el próximo lunes.
Tom Wilkinson, portavoz de GM, explicó que aunque la compañía entre en bancarrota, sus empleados seguirán recibiendo sus salarios. Sin embargo para calmar los ánimos, el fabricante decidió adelantar el reparto de cheques.