El cobre extendió ayer las fuertes pérdidas de la semana pasada, después de que se publicara un aumento en los inventarios en los almacenes certificados por la Bolsa de Metales de Londres (LME). Las existencias del metal rojo en almacenes de la LME, utilizadas como una medición de la demanda, han crecido en más de 12.000 toneladas en la última semana. El lunes entraron otras 900 toneladas, lo que elevó los inventarios a 195.775 toneladas, su nivel más alto desde marzo del 2004. Los futuros de cobre para entrega en tres meses finalizaron la sesión a 5.606 dólares la tonelada, 5 dólares a la baja desde el cierre del viernes, luego de tocar un mínimo intradía de 5.430 dólares, una baja del 3,2% y un nuevo mínimo de nueve meses. El cobre ha perdido alrededor del 14% desde el inicio del año y el metal podría fácilmente bajar más, dijeron los profesionales del mercado. Un informe de Macquarie indicó que los precios rebotarían inevitablemente debido a que la mayoría de los metales estaba sobrevendido, pero que en el corto plazo los precios del cobre caerían a cerca de 5.000 dólares. Los analistas dijeron que el mercado podría cambiar de dirección a mediados de febrero, cuando los chinos probablemente inicien un período de reabastecimiento.