El Ejército turco bombardeó el pasado 29 de abril supuestos bastiones del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y abatió a diez supuestos milicianos, según señaló ayer la agencia de noticias estatal Anatolian, que no aclaró la fuente de la que obtuvo la información.
Los ataques aéreos, concentrados en las regiones de Zap y Avasin Basyan, destruyeron además un número indeterminado de campos y almacenes propiedad de los guerrilleros del PKK. El Ejército turco respondía de esta forma al asesinato de nueve soldados fallecidos tras la explosión de un coche bomba en el sudeste de Turquía, en el ataque más sangriento desde el pasado octubre.
Por otra parte, disparos iraníes causaron "importantes pérdidas" en feudos del Partido de la Vida Libre del Kurdistán (PJAK), filial en Irán del PKK. El Ministerio de Exteriores iraquí condenó este ataque en su territorio y advirtió de "consecuencias negativas" si este tipo de operaciones continúan.