La crisis económica y el desempleo fueron las preocupaciones que marcaron hoy las manifestaciones pacíficas celebradas en las principales ciudades del Sudeste Asiático con motivo del Primero de Mayo, en las que marcharon miles de personas.
Los actos organizados en distintos puntos de Filipinas congregaron a miles de personas que criticaron la falta de capacidad del Gobierno de la presidenta Gloria Macapagal Arroyo para proteger los derechos de los trabajadores frente a la crisis que ha dejado a millones de personas sin ocupación en todo el mundo.
Más de 7.000 efectivos fueron desplegados en la capital, Manila, para evitar que las protestas derivaran en actos violentos, pese a que el día lluvioso disuadió a algunos de salir a manifestarse.