
Estados Unidos no atacará las bases terrestres de los piratas somalíes principalmente debido al alto riesgo de que mueran civiles en los ataques, aunque esto puede ayudar a que las autoridades locales comiencen una lucha para frenar la piratería que se está convirtiendo en un conflicto cada vez más internacional, según indicó una fuente de Defensa del Gobierno estadounidense.
Las bandas somalíes han capturado decenas de barcos y han conseguido grandes cantidades de dinero en rescates de marineros secuestrados, de ahí que este tema se haya convertido en una cuestión prioritaria en la agenda de seguridad de la administración del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, particularmente después de que los piratas intentaran secuestrar a un barco con destino a Mombasa, Kenia, a comienzos de mes.
El secuestro del capitán del velero Maersk Alabama, Richard Phillips, que se ofreció como rehén a cambio de la seguridad de su tripulación, y su complicado rescate, provocaron la reacción de los diputados de Washington y ex oficiales militares que pidieron a las autoridades del país que atacasen los bases terrestres de los piratas somalíes.