El gigante helvético anuncia una pérdida de casi 2.000 millones de francos suizos o 1.740 millones de dólares en el primer trimestre de 2009. El consejero delegado Oswald Gruebel quiere reducir la plantilla de 76.200 empleados en marzo de 2009 a 67.500 en 2010. Supone una reducción de 8.700 puestos de trabajo.