La Asamblea General de la ONU convocó una reunión de alto nivel del 1 al 3 de junio en su sede de Nueva York con el fin de estudiar los efectos de la crisis económica global y promocionar la reforma de la arquitectura financiera internacional.
Los 192 países miembros del organismo aprobaron por consenso la celebración de la conferencia de tres días en la que se espera la participación de jefes de Estado y de Gobierno, además de expertos y responsables de agencias de Naciones Unidas.
"Ahora tenemos la oportunidad y la responsabilidad de buscar soluciones que tomen en cuenta el interés de todos los países, sean grandes o pequeños, ricos o pobres", dijo en un comunicado el presidente de la Asamblea General, Miguel D'Escoto Brockman.