Las tres cuartas partes de los presos de ETA que cumplen condena siguen bajo los rigores del régimen cerrado, con menos horas de patio y ajenos a cualquier actividad o trabajo de los que organiza la prisión.
De los 421 internos de la organización terrorista con sentencia firme, 322 están clasificados en primer grado y 94 están en segundo grado o régimen ordinario, al que acceden la inmensa mayoría de los que renuncian a la disciplina de la banda, informaron a Europa Press fuentes penitenciarias.
Los condenados por terrorismo de ETA que siguen los 'txapeos' -encierros en la propia celda negándose a disfrutar de las horas de patio-, el rechazo a la comida, la exhibición de pancartas y las concentraciones en los lugares comunes, protestando por la dispersión, tienen muchas posibilidades de ser considerados conflictivos y clasificado en régimen cerrado. En la actualidad, un 76 por ciento.