El suizo Roger Federer, segundo favorito, solventó con comodidad y sin sobresaltos su duelo contra el alemán Nicolas Kiefer (6-4 y 6-1) para instalarse en los octavos de final del torneo de Miami, donde ahora le espera el estadounidense Taylor Dent, verdugo del español Tommy Robredo.
El tenista helvético, ganador de esta competición en dos ocasiones, en el 2005 y 2006, sólo necesitó setenta minutos para endosar al germano la duodécima derrota en sus particulares enfrentamientos.
Le bastó a Federer con un certero servicio para salir airoso del trámite. El alemán nunca tuvo opción alguna de quebrar el saque del número dos del mundo, que aún persigue su primer título del 2009 y que pretende rememorar los buenos momentos de antaño en este mismo escenario.
