Los turcos votan mañana domingo en unas elecciones locales en las que el Partido para la Justicia y el Desarrollo (AKP) del primer ministro Recep Tayyip Erdogan, tiene prácticamente asegurada la victoria en lo que se contempla como una prueba de su mandato, y que ahora mismo ejerce sin una clara oposición política, a pesar de los últimos conflictos que rodean a su Ejecutivo.
El tema principal de las elecciones en la economía. Sólo un suceso ha desviado la atención de los turcos: el accidente de helicóptero del pasado miércoles en el que falleció el líder ultranacionalista del Partido de la Gran Unidad, Mushin Yazicioglu, junto con los otros cinco ocupantes del aparato, cuyos restos fueron encontrados ayer.
A pesar de este triste accidente, se puede decir que la crisis financiera mundial ha sido la cuestión predominante durante la campaña. El desempleo ha alcanzado la cifra récord del 13,6 por ciento (un 26 por ciento entre los más jóvenes), con tradicionales conflictos de ideologías entre partidos y los enfrentamientos en la política local han dado un paso atrás mientras los candidatos se esforzaban en transmitir calma a la población así como sus estrategias para atajar la crisis.