
El equipo Toyota de Fórmula 1, cuyos dos pilotos han sido relegados a la última línea en la parrilla del Gran Premio de Australia, ha asumido la sanción por emplear alerones traseros extremadamente flexibles y ha asegurado que será más cuidadoso en el futuro para evitar situaciones similares.
"Está claro que debemos revisar nuestros procedimientos para asegurarnos de que no se repita esta situación y también debemos revisar nuestros procesos de producción para asegurarnos de que no hay variaciones entre las piezas", ha explicado Toyota en un comunicado.
Jarno Trulli y Timo Glock cerrarán mañana la parrilla tras ser eliminados de la calificación, donde cosecharon los puestos octavo y sexto, respectivamente.