Rusia parece estar decidida a debilitar las relaciones de los países de Occidente y es muy probable que en los próximos años se acaben resintiendo sus lazos con la OTAN tanto como cuando finalizó la Guerra Fría, declaró ayer el Comandante Supremo de la Alianza Atlántica en Europa, John Craddock.
El general manifestó que la postura militar de Rusia en Georgia el año pasado incumplió un supuesto básico que hizo la OTAN tras la caída de la Unión Soviética sobre que ningún país en Europa ni en Eurasia está bajo amenaza de invasión.
"Ahora se prueba que el supuesto es falso", declaró Craddock en el Comité de Servicios Armados del Senado de Estados Unidos. "Rusia está dispuesta a debilitar las instituciones de seguridad Euro-Atlánticas y parece que va a conseguir sus objetivos haciendo uso de la fuerza militar y aprovechándose de la recesión económica", declaró Craddock en un comunicado.