El representante especial de la ONU para Irak, Staffan de Mistura, condenó hoy en los términos más enérgicos el ataque suicida perpetrado en una funeraria de la provincia de Diyala, que dejó más de 20 muertos y cerca de 50 heridos.
El ataque se produjo cuando un hombre detonó el cinturón de explosivos que llevaba puesto en medio de un funeral kurdo celebrado en la localidad de Jalawla. Las exequias se debían a la muerte de un hermano del líder local de la Unión Patriótica de Kurdistán, partido presidido por el mandatario iraquí, Jalal Talaban.
De Mistura expresó gran preocupación y advirtió de que este acto de violencia ocurrido en "una provincia especialmente sensible podría dar lugar a tensiones étnicas".