Una oleada de disturbios sociales y crisis políticas podría desencadenarse en los países más pobres del mundo si los líderes del G-20 no acuden en su ayuda, según la directora gerente del Banco Mundial, Ngozi Okonjo-Iweala.
En declaraciones que publica hoy el dominical "The Observer", la ex ministra nigeriana insta a los países de ese grupo, que se reunirá en Londres el próximo 2 de abril, a contribuir a la protección del mundo en desarrollo frente a los peores efectos de la crisis financiera.
"Tenemos que analizar el impacto de todo esto en los países de renta baja. De no ser así, sin querer parecer alarmista, las consecuencias podrían ser alborotos sociales y crisis políticas. Es interés de todos el impedirlo", agrega.