La aparente fragilidad de la mayoría socialista en el Congreso, amenazada por la falta de apoyos sólidos, y el horizonte que se le abre al PP, que ve muy cerca la posibilidad de que sus iniciativas salgan adelante, ha provocado que ambos grupos refuercen el control de asistencia de sus diputados.
Seis parlamentarios tienen la culpa de que la dirección del grupo popular se muestre a partir de ahora más severa en la concesión de los permisos de ausencia de los plenos, tal y como constató ayer su secretario general, José Luis Ayllón.
Seis diputados que se ausentaron del hemiciclo el martes pasado cuando más falta hacían, cuando llegó el momento de votar los puntos de una moción de los populares sobre la reactivación del sector de la automoción: el PP perdió uno de esos puntos por tres votos, así que si hubieran estado los ausentes el grupo popular se habría anotado una pequeña victoria más.