Los principales índices europeos no saben nada de la alegría que ha inundado los parqués europeos y han cedido a la presión bajista.
El Dow Jones de Industriales se anota unas pérdidas del 1,7%, hasta los 7.224,6 puntos. Las caídas del Nasdaq y el S&P 500 son incluso mayores: el índice tecnológico se deja un 2,26%, mientras que el S&P cede un 2,21%.